ONCE
Once (Una vez) /
Irlanda 2006 / Guion y Dirección: John Carney / Música: Glen Hansard, Marqueta
Irclová / reparto: Glen Hansard, Marqueta Irclova, mas… / Produce: Samson
Films, Summint Intertainmer, RTE
John Carney es un director Irlandés nacido en Dublin. En
2001 debuta en la gran pantalla con “On the Edge”, película más o menos
lograda que no llegó a mayores hasta que en 2006 se estrena “Once”, con la cual
consagró, demostrando un estilo y mundo propio muy particular. Luego le siguió
la comedia “Zonad” en 2009 y en 2011, “The Rafters” con la que incursionó
en el género de terror. Finalmente en 2013 se estrena otro de sus grandes
éxitos “Begin Again”, en donde retoma la temática planteada en Once
obteniendo así gran repercusión.
“Nada que perder” es
lo que comúnmente se dice cuando alguien llega al límite de las situaciones sin
una mísera moneda en el bolsillo. Ese es el caso de Glen en la película “Once”,
en la cual encarna a un músico callejero que alterna su trabajo en el pequeño taller
de reparación de aspiradoras de su padre, con su pasión por la música. Ella,
Marqueta Irclova, una simple inmigrante
checa que para poder subsistir vende flores en la peatonal. Ese es el escenario
en el que los personajes llevan adelante su vida cotidiana. Pero también
podríamos decir que quien “no tiene nada que perder” entonces “lo tiene todo
por ganar” y que ese caótico y hasta
contradictorio aporte a la causa es el motivo de la consecuente libertad, tan anhelada
y tan fastidiosamente utópica.
“Once”es un musical diferente, en el que la música completa el
pensamiento y el mundo interno de los personajes pero sin apuros, sin picos de
opulencia, simple y llanamente una historia común, de personas sensibles motivadas
por su pasión por la música, en la búsqueda de la tan ansiada felicidad. Es
quizás, ahí mismo donde radica el hecho de cautivar a tantos fanáticos a lo
largo y ancho del mundo. Porque sus vidas, la de estos personajes, nos
recuerdan a la de nosotros mismos. Nos acostumbramos a vivir proyectando,
trabajando, estresándonos, volviéndonos locos por alcanzar metas y muchas veces
en el medio queda un largo sudario de frustraciones y dolores que la mayoría de
las veces hace que se pierda la esencia pura de aquello que al principio nos
motivada, aquellos sueños del estilo “lo que quiero es que mi música llegue a
la gente, que les llegue el mensaje que aquí plasmé”. “Once”se sienta sobre
esta base, con personajes sensibles en los que la música es su modo de
defenderse ante el mundo.
Es el encuentro de dos almas que se muestran en esencia, que
se conectan sin puentes ni lentes de distorsión. Son dos personas que se miran
sin prejuicios ni reproches, y que sin pretender más avanzan juntas, paso a
paso hasta que el peso del deber se interpone como límite.
La cámara, el montaje, la iluminación de esta película están
a la orden de contarnos una historia de lo más sencilla, incluso algunas veces
con un punto de vista casi documental, para llevarnos por la vida y la relación
de sus personajes, con una música excepcional empleada de forma muy original,
en un relato que surge también de la propia experiencia de los actores, quienes
son músicos en la vida real y son los autores de los temas que hábilmente John
Carney logró estructurar en el filme.
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